#Memoria
Andrés Felipe Rodríguez
Cuantas vidas ha arrebatado la fuerza pública en este año, cuantos sueños se esfumaron por causa de la brutalidad policial, Cuantas familias más tendrán que llorar a sus parientes por la arbitrariedad, represión y abuso de un gobierno que quiere la sumisión de cada factor de la sociedad, y todo para continuar beneficiando a la misma oligarquía de siempre.
El 9 de septiembre de 2020 hacia las seis de la tarde, Andrés Felipe Rodríguez salió rumbo a su casa luego de cumplir la jornada laboral. El prosiguió con su camino mientras que su hermano quien lo acompañaba, se encontraba más atrás hablando con un amigo.
Andrés intentó ingresar a una estación de Transmilenio, allí fue cuando escucho a funcionarios del sistema decir que el sistema alimentador no estaba disponible por causa del estallido social que vivenciaba la capital. El continúo avanzando por la estación hasta que se le perdió de la vista a su hermano.
El salió del sistema de transporte y se dirigió a casa, en medio del barrio Verbenal de Usaquén evidencio una protesta en contra el abuso de la fuerza pública, de un momento a otro la Policía empezó a atacar con armas de fuego a los manifestantes, varias personas que estaban en el lugar presenciaron cuando Andrés Felipe había sido impactado con una bala en el tórax, herida que le causó la muerte en camino al Hospital Simón Bolívar, la familia se enteró esa noche que había sido asesinado un joven del barrio, pero prefirieron no indagar, descansar y esperar a que el llegara a su casa. Hacia las cinco de la mañana vieron que Andrés no volvió, inmediatamente su hermano llamó a la empresa en donde él trabajaba para saber si alguien tenía información de él.
Y así fue, en el área de administración le confirmaron que en el Hospital Simón Bolívar necesitaban a los familiares, al llegar al instituto médico le notificaron a Eduardo que su hermano Andrés Felipe había muerto.
Luego los parientes obtuvieron un video en el que vieron los momentos en los que Andrés fue impactado por la bala. No se logra apreciar la identidad del policía que le propino la herida mortal, ya que se había quitado la chaqueta que tenía su registro.
A un año de esta tragedia se logró identificar al responsable, Jhon Antonio Gutiérrez fue llamado en enero del presente año a declarar ante un juez de garantías por los asesinatos perpetuados en el CAI de Verbenal. La Fiscalía general imputó cargos al uniformado por el homicidio de Andrés Felipe Rodríguez Ávila y Jaider Alexander Fonseca Castillo, pero Gutiérrez se declaró inocente de todas las acusaciones. Fue puesto en libertad mientras se verifica el cotejo balístico que evidencie su actuación en estos casos.
Por: Sebastián Vargas.
El yate Granma, un desembarco sin retorno. Por: Harold García-Pacanchique. El 25 de noviembre de 1956, de las costas de México alrededor de 82 tripulantes cubanos y entre ellos un ciudadano argentino, emprendieron un viaje que se constituiría en el paso a Cuba vía marítima más importante del siglo XX, en un yate llamado Granma que los revolucionarios meses atrás habían adquirido en pésimas condiciones tanto de navegabilidad como físicas y que además contaba con una capacidad apta para 16 personas a bordo, paso a ser después del asalto de Fidel Castro al Cuartel Moncada aquel 26 de Julio de 1953; el segundo hito de mayor relevancia para la historia de la revolución cubana y del M-26-7 [1] , tras la hazaña lograda por este yate el 2 de diciembre de 1956, ocho días después del arribo de los rebeldes a la pequeña embarcación anclada en una de las riberas del río Tuxpan. El desembarco que se dio en las costas de la provincia de oriente, se produjo en Los Cayuelos, a unos dos
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