Por: Julián Arana Hace varios días una persona muy cercana me preguntaba por qué continúan las marchas si habían retirado la reforma y renunciado el ministro Carrasquilla. Desde su perspectiva ese era el problema fundamental y no tenia mayor sentido sostener un paro que afecta a todo el país, tal vez por hacerle un favor a algún político o simple animadversión con el gobierno. Creo que ni ella ni yo entendemos a cabalidad el actual remolino de acontecimientos. Eso sí, recuerdo, como en el año 2017 emprendimos la tarea de promover lo que dimos en llamar “paro indefinido desde el SUR”, junto a cientos de organizaciones y pobladores agotados colectivamente por el abandono, el empobrecimiento, la segregación y la violencia característica de estos territorios periféricos de Bogotá. En aquel momento la crisis permanente del basurero de doña Juana fue el motor principal, pero el horizonte, como siempre, ha sido el pago de la deuda social, ecológica e histórica que mantienen las elites pú...
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