Por: Harold García/ @HaroldGarcia95
Tras la investigación publicada por Jeremy McDermontt de la fundación InSight Crime, el pasado 29 de marzo del 2020, preocupaciones, sollozos y lamentos empezaron a sonar al interior de la Casa de Nariño; en este caso, la vicepresidenta de la República Martha Lucía Ramírez y su familia fueron vinculados, según la pesquisa periodística, con el paramilitar y narcotraficante Guillermo León Acevedo, alias “Memo Fantasma” o “Sebastián Colmenares”, el llamado narco invisible que descubrió McDermontt.
La historia de “Memo Fantasma”
“Memo Fantasma”, como se le conoce a Acevedo en el bajo mundo de la mafia, inició su carrera criminal en la década de los noventa, momento donde la guerra entre el Cartel de Medellín y los Pepes, Perseguidos por Pablo Escobar, era el eje protagónico de la política nacional. Con tan solo 21 años, este joven narco jugaría un papel determinante en el negocio cocalero de Colombia-EE.UU., siendo también una pieza clave para la configuración del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, y de la Oficina de Envigado, estructuras que comandaba junto a Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco.
Acevedo sería la cara clandestina del negocio de estas estructuras al margen de la ley, a quienes se les acusa de perpetrar alrededor de 10 mil asesinatos; su labor era la de lavar dinero y encargarse de las rutas directas de la droga. De corbata y frac, “Memo Fantasma” ejecutaba los negocios, tanto legales como ilegales; es en los primeros (los legales) donde Marta Lucía Ramírez, o Martuchis como es caricaturizada en redes sociales, y su familia salen gravemente vinculados con el “para” de cuello blanco.
Narcotráfico de cuello blanco
En los negocios lícitos “Memo Fantasma” es uno de los principales accionistas de Inversiones ACEM S.A., empresa inversionista que tiene vínculos ni más ni menos que con Hitos Urbanos Limitada, la empresa de la vicepresidenta y con quien Acevedo realizaría negocios para la construcción de la Torre 85 en el norte de la ciudad de Bogotá, como lo descubre InSight Crime:
“Las propiedades, una serie de pequeñas casas, fueron adquiridas por Memo en la misma cuadra a nombre de diferentes personas. Más tarde fueron agrupadas como parte del acuerdo de desarrollo que se convirtió́ en Torre 85. Encontramos todos los documentos relacionados con el acuerdo, algunos de los cuales fueron enviados por Rincón. Había uno que ponía todos los lotes en un fondo común, un paso normal antes de que comience el desarrollo. En este documento aparecen juntos Memo, su madre, su abuela, la empresa El Ciprés e Hitos Urbanos”, relata la página 38 de la investigación.
Más allá del negocio inmobiliario
Estos negocios inmobiliarios le servían al narcoparamilitar “Memo Fantasma” para lavar dineros ilícitos que ingresaban producto del narcotráfico al país. Sin embargo, no son los únicos negocios ilícitos que vinculan a Marta Lucía Ramírez con Acevedo; la investigación en la página número 34, devela sorprendentemente que la cercanía de estos en Bogotá era presuntamente de conocida confianza:
“La empresa principal de Memo, ACEM, se había establecido en 2007 en Bogotá́. Este parecía el mejor lugar para empezar a rastrear el paradero del Fantasma. “Olga”, miembro del círculo social de la familia política de Memo con quien habíamos hablado antes, nos dio otra razón para empezar a buscar El Fantasma en la capital de Colombia (…) Se mudaron a Bogotá́. Nos dimos cuenta de eso cuando alguien de la familia alardeaba de que Memo y Catalina habían matriculado a sus dos hijas en el colegio Nueva Granada, gracias a una recomendación de Marta Lucía Ramírez”, revela la investigación.
Las explicaciones de Martuchis
Los presuntos vínculos con Acevedo, no solo ligan a la Vice sino a su esposo Álvaro Rincón, quien es el encargado de Hitos Urbanos y quien afirma conocer a “Memo Fantasma” y negociar con este para la construcción de la Torre 85, como lo testifica la vicepresidenta para la W:
“Él llamó a mi esposo, le dio la información, le mandaron todos los documentos, le mostraron cómo había sido el negocio, le mostraron que se hizo a través de una fiducia. Este señor no es socio de mi esposo, nunca fue socio de mi esposo. Las personas, a veces, pueden entregar un lote para que se desarrolle un proyecto y en el momento en que se liquida un proyecto cada uno toma la parte que le corresponde teniendo en cuenta el valor del lote. Pero el señor no es el socio de mi esposo”, respondió la también dirigente conservadora a la cadena radial en medio de un llanto lastimero.
Deuda con la justicia
Vale afirmar que estos “negocios” son comprobados, pero aún queda en suspenso el conocimiento de la familia de Martuchis sobre los vínculos de “Memo Fantasma” con el paramilitarismo y el narcotráfico, pues ésta en sus primeras declaraciones lo niega; pero lo que sí queda claro en esta nota es que la Ñeñepolítica al interior del palacio presidencial sigue revelando más negocios ilícitos en el ejecutivo, aspecto que preocupa y que denota una fuerte ingobernabilidad de Duque y su gabinete.
A Martuchis solo queda decirle que no se le creen las lágrimas de cocodrilo lanzadas con Julito en la W; este proceso debe ser investigado y puesto de forma inmediata ante la justicia, puesto que se hace necesario aclarar los vínculos que mantuvo Hitos Urbanos Limitada y los negocios subterráneos del nuevo capo descubierto por Jeremy McDermontt.
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